Después del proceso electoral que recién terminó en México, los interesados en las campañas políticas han intentado determinar los factores verdaderamente relevantes que llevaron al Partido Revolucionario Institucional hacia ese avasallador triunfo: ¿Se debió a las campañas o a factores ajenos a estas?, ¿La clave fue la organización interna y la movilización de bases o las campañas mediáticas?, ¿Importó la campaña negativa del PAN?, ¿Sirvió de algo el internet?
¿Se debió a las campañas o a factores ajenos a estas?
Me queda claro que agentes ajenos a una campaña electoral, como la deficiente gestión del ejecutivo federal, la fase de terminación en el ciclo panista después de dos sexenios en la presidencia, el reclamo de la sociedad por un gobierno más consistente y efectivo, las fracturas al interior de PRD y PAN, los aciertos de determinadas administraciones locales priístas, etc. Fueron los que en importante medida afectaron el comportamiento del los diferentes grupos de votantes. Estos factores ajenos a cualquier campaña mediática o de movilización ejecutada por el PRI a nivel nacional o en lo local, nos recuerda que hay escenarios políticos donde la acumulación de circunstancias que afectan la vida real del ciudadano, generan mayor influencia que aquella provocada por el estímulo de un llamado a la movilización o por la emoción emanada de un spot televisivo.
Sonora fue la antítesis: Se desarrolló una buena campaña electoral y desde el inicio el candidato tenía posibilidades de triunfar, pero el asunto de la Guardería ABC, afecto en mayor medida la decisión del votante.
Al tratarse de una elección intermedia, sin duda los esfuerzos realizados por determinados comités estatales y candidatos priístas para integrar, coordinar y movilizar a su base, fue lo que marcó la diferencia entre ganar gracias a esa “inercia priísta” o arrasar con el contrincante, por ejemplo, por una diferencia de 7 a 1. La suma de esa inercia general, más una operación política de excelencia en lo local, trajo como consecuencia resultados como los de Coahuila, Tamaulipas o Estado de México.
¿La clave fue la organización interna y la movilización de bases o las campañas mediáticas?
En el terreno específico de la campaña, me queda claro que él soso paquete mediático patrocinado por la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional, fue el último de los factores que ocasionaran el fenomenal regreso de los priístas al escenario político nacional. La organización interna y la movilización de las bases en cada distrito, municipio o estado, fueron los motores que verdaderamente potenciaron el retorno.
Ahora los liderazgos se generan con trabajo y los resultados electorales arrojados por las diferentes circunscripciones comienzan a develar dichos poderíos.
¿Importó la campaña negativa del PAN?
He detectado que se tiende a sobrevalorar la decisión negativa de la dirigencia priísta a responder a los ataques que llevó a cabo el Partido Acción Nacional, ubicando a esta medida como un importante detonante para el triunfo priísta.
Estoy de acuerdo en que probablemente fue una buena decisión, sin embargo, desgloso el asunto, para ubicar su dimensión y las múltiples aristas que lo componen.
La negativa de la dirigencia nacional del PRI a contraatacar al PAN por la campaña sucia, probablemente se debió a uno o varios de los siguientes razonamientos:
1.- Los videos contra el PRI, se transmiten por internet, y ocasionalmente han sido retomados por medios convencionales, por lo tanto, se concluye que la penetración es poca o moderada (conclusión seguramente respaldada por un sondeo).
2.- Rechazo general de la población a las campañas sucias. (Conclusión seguramente respaldada por un sondeo)
3.- Al tratarse de una elección intermedia, dígase, de trabajo de base o de voto duro, la afectación de los ataques poco podría modificar la tendencia de voto. Al contrario, surtiría el efecto que provocaban las duras declaraciones de Sarah Palin en contra de la estructura de la campaña de Barack Obama: Eran los días que mayor ingresos económicos captaba la campaña del demócrata.
La implosión del voto, la reacción defensiva natural del militante o simpatizante a un ataque que literalmente está dirigido hacia el militante y simpatizante en sí.
4.- Adopción de la posición de víctima con el objetivo de captar mayor voto blando y ubicar al PAN como villano.
Cualquiera de los planteamientos son válidos, sin embargo, creo que en caso de haber considerado no responder a los ataques en base a los apartados 3 o 4, se debió estimular en mayor medida la actitud defensiva del militante y simpatizante o la posición de víctima ante los ataques del villano.
¿Sirvió de algo el internet?
El postulado de que las campañas online aún no tienen relevancia en la mayoría de los países latinoamericanos, respaldado por el bajo porcentaje de población con acceso a internet, se antoja obsoleto e incompleto.
Las recientes experiencias electorales en diferentes democracias, demuestran que el internet aún no sirve para movilizar. Sin embargo, debemos de entender que aunque la movilización es una parte fundamental de la campaña, ésta solo forma parte de una cadena de acciones con mayor o menor relevancia para lograr el objetivo de la cruzada política.
En esta “nueva primera vez” de los partidos políticos mexicanos en la red, de manera simplista se ha querido resumir la utilidad del internet como un fallido detonante de movilización. La realidad es que los conceptos de internet y campaña electoral, son más complejos y se van redefiniendo al paso que les marca la evolución social y tecnológica.
Las páginas web, Facebook, Youtube, Messenger, etc. Fueron aprovechados en mayor y menor medida, para diferentes necesidades, diferentes públicos y en diferentes momentos del pasado proceso electoral. Pongo un ejemplo: Al ser unas elecciones intermedias, la principal fuerza en la que se respaldaron los partidos, fue en su base, en su voto duro. Primó la comunicación y la organización interna, sobre aquellos esfuerzos para captar otros segmentos de voto. Los militantes y simpatizantes (nuestros públicos en este ejemplo específico) en gran porcentaje son empleados del partido, funcionarios públicos, líderes de opinión, etc. Que en su mayoría tienen acceso a internet y además están interesados en el tema. Al carecer de una intranet en el partido y de un protocolo específico para la comunicación interna, las redes sociales y el resto de las plataformas de la red, se convirtieron en el principal proveedor de información (indicaciones, noticias, avisos, opiniones, multimedia, etc.).
Estoy de acuerdo en que no se movilizó con el internet, pero hagamos un ejercicio de consciencia acerca de cuantas cosas nos enteramos por correo electrónico, facebook, o diarios digitales, antes que por el tablón de anuncios del partido, o una reunión en la sede. Insisto, son varios los públicos, las necesidades y las funciones.
Se confunde el triunfo en una elección, con la valoración positiva de una campaña. Como ejercicio de evaluación, es importante ubicar que se hizo bien y donde están las áreas de oportunidad; Que logros se obtuvieron gracias a esa inercia general y cuales se obtuvieron gracias a excepcionales organizaciones locales; Si el no haber contraatacado a la guerra sucia, nos impide estar preparados para cuando sea necesario o qué nos sirvió y que no de las campañas online.
No es extraño que aquellos que no se conformaron con los buenos números del PRI en las encuestas, que ajustaron y aceitaron sus maquinarias políticas, que antes de festejar el triunfo ya estaban trabajando en la estrategia para el siguiente proceso, sean los que ahora ostenten resultados electorales de ensueño.
LA BARDA 